Unidad de las fuerzas políticas
A 19 días de la sentencia, y luego de seis años de iniciado el proceso, Chile y Perú se preparan ante el inminente fallo de la Corte Internacional de La Haya sobre la demanda limítrofe presentada por nuestro país. Ayer el presidente Sebastián Piñera se reunió con la mandataria electa, Michelle Bachelet, quien asumirá la presidencia el 11 de marzo, a un mes, prácticamente, del fallo que seguramente será el primer tema en la agenda internacional del nuevo gobierno.
Entre tanto, el presidente Ollanta Humala asegura que la ejecución del fallo marcará el inicio de una nueva agenda con ese país, y dijo esperar que la unidad de las fuerzas políticas internas se mantenga en esa etapa.
¿Unidad de las fuerzas políticas? Pero si ayer el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, salió del Congreso entre gritos de la oposición, que pedía su censura, insatisfecha con sus respuestas por el bombardeo en Mazángaro, ocurrido en octubre, en la selva central y por su responsabilidad en el caso López Meneses.
Además, en la última semana, Humala y la primera dama, Nadine Heredia, han atacado a Alan García, líder del partido aprista, su principal oposición junto con el fujimorismo. Semana de dimes y diretes donde el título “presidenta-candidata”, predominó en la opinión pública, entonces, ¿de qué unidad de fuerzas políticas nos habla el presidente Humala?
José Ragas, historiador, candidato a doctor por la Universidad de California, Davis, nos hizo el siguiente alcance:
“Esto puede ser una mala señal. Los partidos siguen jugando a dos bandas –pidiendo unidad de un lado, y acorralando al oficialismo del otro. Mientras, un Gobierno débil no ha logrado enviar un mensaje de unidad que transcienda a la clase política y se instale en el ciudadano de a pie. En Chile se busca presentar la imagen de un bloque con miras a la sentencia”
Para Ragas – quien no quiere pecar de pesimista – este escenario corre el riesgo de que La Haya termine siendo una oportunidad perdida para replantear las relaciones Chile-Perú y dejemos atrás rezagos de un conflicto que terminó hace 130 años.
Finalmente, aunque ambos países han insistido en varias ocasiones en que el resultado no afectará – entre otras cosas- el comercio, los empresarios chilenos no han ocultado su preocupación por el impacto que podría generar en el sector pesquero. Ellos ya están preparados, ¿y nosotros?
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