Será para la próxima
A pesar de que todo apunta a que Benedicto Jiménez, abogado del empresario Rodolfo Orellana, lideraba con éste una red delictiva que se apropiaba de inmuebles, el Poder Judicial ha ordenado solamente comparecencia restringida en su contra.
La titular de la Segunda Fiscalía Especializada en Lavado de Activos, Marita Barreto, pidió 18 meses de cárcel preventiva para Jiménez, pero la jueza Mercedes Caballero solo ordenó su liberación bajo algunas reglas de conducta mientras afronta las investigaciones.
El coronel en retiro PNP tendrá que ir cada 30 días al Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional para firmar y registrar sus actividades, y no deberá comunicarse con las otras personas investigadas ni los testigos. También deberá otorgar 10 mil dólares de caución o garantía.
El saludo a la bandera fallo también se aplica para otras tres personas vinculadas a la red de Orellana.
Durante la audiencia, Barreto sostuvo que Jiménez era el hombre de confianza de Orellana y se encargaba, a través de la revista “Juez Justo”, de intimidar y presionar a jueces y fiscales que investigaban la supuesta organización criminal.
“Aquí la organización trabajaba de manera concertada, cada uno asume un rol y una función… Benedicto Jiménez desarrollaba un papel fundamental. Digamos que es la fuerza de choque. Desde su posición de abogado, ejercía la defensa de Orellana y denunciaba a jueces y fiscales”.
Según Caballero, no encontró pruebas convincentes contra Jiménez para dictar prisión. Pero sí ordenó 15 meses de cárcel preventiva para los prófugos Rodolfo y Churchill Orellana, su hijo, acusados por el presunto delito de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
La fiscal Barreto descartó que la investigación sea parte de una persecución política, y al terminar la audiencia aseguró que apelará la resolución.
Ante este hecho, el congresista Víctor Andrés García Belaunde aseguró que Benítez “volverá al chantaje, reglaje y chuponeo” y criticó a la jueza advirtiendo que podría ser citada ante la “Comisión Orellana”. Solo hay un detalle: este proceso no es de su competencia.
“La jueza ha demostrado ser una mujer pusilánime y temerosa. Parece que actuó bajo amenaza y miedo. No entiendo cómo de una acusación tan clara y firme de la fiscalía, la jueza se atreve a dejar suelto a los únicos tres detenidos”.
Todo queda así: Benedicto libre, Orellana no habido y 172 policías tras Olórtiga, el viudo de Edita Guerrero. Julio es la temporada de circos, ¿no?
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Autor: Christian Rivera