¿Se cae?

Por segunda semana consecutiva las cifras, esas que tanto le encantan cuando le son favorables al alcalde de Lima, bajan de manera ostensible. Y es que al parecer la Lima de hoy no es la que dejó Luis Castañeda el año 2010. Ahora los ciudadanos se quejan, protestan, hacen plantones (no del todo numerosos), son activos en redes sociales y esas acciones online pasan a ser visibles cuando los medios los rebotan.

Y es que parece que la improvisación y la falta de un plan de desarrollo para la ciudad, le están pasando factura. Pulso Perú publicó este fin de semana una nueva encuesta:

El descenso del burgomaestre es notorio en el sector socioeconómico E, donde el desplome es de 22 puntos porcentuales. Pasó de tener 90% de aceptación en marzo a 68% en la actualidad.

Su baja también se nota en los segmentos A/B. La popularidad de Castañeda desciende 14 puntos porcentuales, luego que en marzo alcanzara un 57% de respaldo.

Si miramos la baja de Castañeda por la población distribuida en los conos de Lima, son el centro y el norte los que le dan la espalda.

En ambos pierde 20 y14 puntos porcentuales, respectivamente.

Tirarse abajo el intento de reforma de su antecesora, usar fondos destinados a una gran obra de recuperación de las riberas del río Rímac (que venía desde Andrade) para poner más cemento, y su total animadversión a cualquier manifestación cultural que no sea elitista no solo desnudan una actuación psicopatológica, sino también una total falta de plan y visión de gobierno.

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El 2011 le fue fatal, aún recordamos al que en segunda vuelta le gana a todos. ¿Se repetirá ese resultado nuevamente? Por si acaso avísenle al alcalde (claro si quiere escuchar) que ya no hay segunda vuelta que valga.