PRISM, un software para vigilarnos a todos

Snowden viaja a Hong Kong y se contacta con Assange. El fundador de Wikileaks le consigue un abogado. Toda medida de precaución era necesaria pero insuficiente. Lo que revelaría al mundo no pasaría desapercibido. The Guardian y el Washington Post serían los encargados de recoger su historia y las pruebas que ponían al descubierto el más grande software de ciberespionaje puesto en marcha por los EE.UU: PRISM.

Tras la que bien puede calificar como una de las grandes revelaciones de la década, Snowden sale de Hong Kong rumbo a Rusia. La gélida Moscú sería una parada momentánea antes de buscar asilo político en otro país: Ecuador, Venezuela o Cuba, quizá. Por su parte,  Putin ha declarado que no lo extraditará ya que Rusia no tiene un acuerdo de ese tipo con los norteamericanos.

No obstante, al momento de finalizar este artículo Snowden sigue varado en Rusia. El ministro de asuntos exteriores de Ecuador ha asegurado que la decisión de darle asilo político a Snowden podría tardar meses. Y -como si fuese poco-, Baltasar Garzón, abogado principal de la fundación Wikileaks, anunció que no asumirá la defensa del controvertido “informante”.

 ¿Y qué con el gobierno de los EE.UU? Aunque Barack Obama ha negado que se pretenda enviar aviones para interceptar a Snowden a su salida de Rusia, todo parece indicar que el ex colaborador de la CIA y la NSA se quedará un buen tiempo en la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremétievo de Moscú sin otra opción que esperar. Solo esperar.

Ojo al Piojo - PRISM

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