Mucho floro, pocas nueces
El último gol del ministro del Interior, Daniel Urresti, ha sido el 42% de aprobación que ostenta en las encuestas nacionales, pero de los goles que prometió, no vemos nada.
Así como inició su gestión ministerial, con bombos y platillos, igualito se lanzaron las cifras de los resultados en su primer mes de gestión: 30 424 policías nuevos, más de 50 toneladas de cocaína y marihuana, 17 032 detenciones, y 476 bandas desarticuladas.
Él dice que “las encuestas no me van a distraer”, sin embargo, no hay duda de que su papel es cambiar la imagen de lo que el Gobierno (no) hace en cuanto a seguridad ciudadana y corrupción.
Pero a pesar de los baños de popularidad que se da ante cámaras mientras dirige la detención de algún “pirañita”, no dice nada sobre Rodolfo Orellana ni Martín Belaunde Lossio, el primero buscado por traficar con terrenos y el otro por dirigir “La Centralita”, ambos implicados en la red mafiosa de César Álvarez en Áncash.
El congresista Mesías Guevara, a cargo de la comisión parlamentaria que investiga los delitos de “La Bestia” Álvarez, criticó que hasta ahora no se haya capturado a los “peces gordos” del caso.
“Urresti ofreció tres goles, capturar a Rodolfo Orellana, Martín Belaúnde y Benedicto Jiménez, pero no captura a nadie. Políticamente, está perdiendo tres a cero”.
Pero como era de esperarse, el ministro no se queda callado, él jura que está haciendo un mejor papel que el de Batman en Ciudad Gótica.
“La Policía está buscando a todos los que tienen que ver con Orellana y ‘La Centralita’. Hemos formado equipos para eso. Esperemos que en algún momento se den los resultados…Yo jamás he prometido nada, yo he venido informando de lo que estamos haciendo”.
No prometió nada literalmente, pero asumió el mando del Interior con un primer objetivo bien claro por encargo de Ollanta Humala: capturar a Martín Belaunde para salvar la imagen del mandatario.
“Mi principal preocupación es el presidente porque cuando asumí el cargo fue uno de los primeros encargos que me hizo. El presidente me contó que a Belaunde Lossio lo estaban relacionando con él, así que me dijo que mi principal gol será capturarlo. Ojalá pueda meter ese gol”, dijo entonces.
Un mes después no vemos los resultados y el ministro no ha reafirmado su palabra. Por eso, el congresista Guevara metió el dedo en la llaga.
“Para mí, Urresti no tiene el interés de capturar a esas personas. Realmente, espero que su cambio de actitud no obedezca a una orden de Palacio de Gobierno”.
Porque, como ya sabes, Belaunde Lossio fue asesor de campaña de Ollanta Humala en el 2006, y hay lealtades que sobreviven a los años y a todo, entonces las sospechas de un encubrimiento no suenan descabelladas.
Similar es el caso de Orellana, que goza de fuertes influencias en el Poder Judicial y el Legislativo. Desde que se declaró prófugo, muchos creen que está siendo protegido. Ello habría permitido que Benedicto Jiménez, su mano derecha, haya sido liberado.
Ministro Urresti no es cuestión de prometer las capturas es su obligación. De esa enorme lista ninguno fue capturado. pic.twitter.com/6cFEi1HN5T
— Víctimas de Orellana (@orellanarengifo) agosto 18, 2014
Álvarez tampoco se queda atrás, su caso podría ser archivado, y él, liberado por una posible “desidia” del Ministerio Público.
Aunque ¿no será que está dando un mal ejemplo a todas estas ovejas negras? Porque hasta ahora no responde por su supuesta responsabilidad en el crimen de Hugo Bustíos, y se lava las manos asegurando que es una “víctima” de los verdaderos responsables.
El papel de Daniel Urresti no solo pasa por dirigir shows operativos para las cámaras, cuando haga honor a sus primeras palabras como ministro, merecerá realmente la aprobación que tiene entre nuestros incautos compatriotas.
¿Por qué Urresti no captura a Orellana y Martín Belunde para que el Poder Judicial pueda dejarlos en libertad?
— Heduardo (@heduardo50) agosto 5, 2014
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Autor: Christian Rivera