Las dos caras de la nueva ley
A pesar de que el pleno del Congreso ya aprobó la nueva Ley Universitaria, sustentada por Daniel Mora, el debate no termina, al punto de que la ANR presentará acciones legales contra ella.
Jaicec Espinosa, dirigente estudiantil aprista, que tiene activa participación en las marchas contra el proyecto de ley, cuestiona la autonomía de la nueva Superintendencia Nacional de Educación Universitaria.
“Lo complicado con la Ley Universitaria es la creación de la superintendencia. Si ya existe la Asamblea Nacional de Rectores, desactivarla, crear una nueva entidad y regular que vaya bien, va a ser lo mismo. Si no podemos hacer que la ANR vaya bien, ¿cómo vamos hacer que la superintendecia vaya bien?”.
Ricardo Cuenca, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos afirma lo contrario.
“La creación de la superintendencia es la solución al problema de la ANR y el Conafu. La superintendecia regula la calidad a partir de la conformación de un grupo de profesionales que no son juez y parte”.
Espinosa asegura que si el superintendente “es elegido por el Ejecutivo, no hay independencia. Hay muchos indicios de que se quiere intervenir las universidades”. Según él se busca controlar las protestas en las calles: “tomar las universidades, controlarlas, te va dar más fuerza”.
Cuenca explica que de las siete autoridades de la superintendencia, uno será designado por el Consytec, otro por el Ministerio de Educación y los demás son elegidos por concurso público.
“No veo ingerencia del Ejecutivo. Por supuesto que está adscrita al Ministerio de Educación, pero eso no significa dependencia”.

De otro lado, los opositores no están completamente en contra. Jaicec Espinosa rescata que con la nueva norma se enfrente la pésima calidad administrativa de las universidades privadas, que son “la chacra del rector”, y la libertad de la ANR para hacer lo que quiere.
Pero plantea otra duda.
“¿Quién te dice que todo lo que diga esta nueva ley se pueda implementar? ¿Quién lo va a implementar?, ¿cómo lo va implementar? El papel resiste todo y nadie le hace caso a las leyes”.
El líder estudiantil también cuestiona la forma en que se implementará la nueva ley, desde la creación de la superintendencia hasta la instalación de un sistema burocrático.
En este aspecto, Cuenca señala que luego de promulgada la ley se cumplirán los plazos establecidos para que se forme una comisión que organice la elección de las autoridades, y diseñe el reglamento y las cosas mas especificas de la propia superintendencia, y para que las universidades se adecuen a la norma.
Mientras tanto, los opositores preparan una defensa más fuerte. Espinosa explica:
“Se está convocando gente, especialistas, no solamente para salir a protestar sino para presentar algo paralelo, para presentar una solución”.
¡Ojo al piojo! Ahora que se aprobó la nueva Ley Universitaria en el Parlamento, el Poder Ejecutivo tiene 15 días para promulgarla.
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Autor: Christian Rivera