El romance Odebrecht – Humala

El presidente Ollanta Humala luce orgulloso su polo blanco y desde que decidió hacer las paces con la transnacional Odebrecht, a la que antes criticaba, hacen negocios juntos. Parece que la empresa brasilera ha “engatusado” a otro presidente peruano.

ProInversión entregó esta mañana la concesión por 34 años del Gasoducto Sur Peruano, una tubería de mil kilómetros para transportar el gas natural de Camisea hacia la costa sur del país. El proyecto se adjudicó al consorcio Gasoducto Sur Peruano, conformado por Odebrecht y Enagás.

El consorcio Gasoducto Peruano del Sur, que perdió la buena pro, ha denunciado irregularidades en la licitación. Alejandro Segret, representante del consorcio, aseguró que ProInversión estableció el lunes a las 9:30 a.m. como límite para subsanar las observaciones a su propuesta; pero hoy, una hora antes de lo establecido, se les comunicó que estaban descalificados.

Han violado nuestro derecho de presentar la subsanación, nuestros derechos constitucionales, en un proceso que debió haber sido transparente”.

Otro proyecto ganado por Odebrecht y duramente criticado es el de la hidroeléctrica Chadin II, que represará el río Marañón en la región Cajamarca.

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Yagén denuncia que les quitarán obras sociales si se sigue oponiendo.

Los habitantes del centro poblado Yagén, en la provincia de Celendín denuncian desde septiembre del año pasado que en ningún momento el Gobierno les ha consultado sobre el proyecto a pesar de que inundará sus valles productivos.

El Frente de Defensa de Yagén argumenta que las carreteras que les han ofrecido beneficia realmente a la empresa para transportar maquinaria para el proyecto, y que sin valles, ellos no tendrían productos que llevar por esas vías. Encima, la energía de la hidroeléctrica servirá para catorce mega proyectos mineros, entre los que está Conga de la minera Yanacocha.

Durante el gobierno de Alejandro Toledo y Alan García, la empresa Odebrecht ganó la buena pro de importantes y millonarios proyectos como la Irrigación de Olmos, la Carretera Transoceánica y el Tren Eléctrico.

Como gesto de amistad, de buena vecindad, la transnacional donó 830 mil dólares para erigir el Cristo del Pacífico y darle un bañito de popularidad a García. Claro que el tiro le salió por la culata.

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Por algo lo llamaron el Cristo del Gordovago.

Justo después de esta donación, el consorcio integrado por Odebrecht para concursar por el segundo tramo de la Línea 1 del Metro de Lima, obtuvo la buena pro.

¿Y para cuándo el Cristo de Humala?

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