¿Debemos estar tranquilos?
Mientras que en nuestro país se respira un ambiente positivo y de confianza respecto al próximo fallo de La Haya este 27 de enero, en Chile parece que no todos están tranquilos.
Luego de conocerse la fecha de la sentencia por la disputa marítima con Chile, el presidente sureño, Sebastián Piñera, destacó que la defensa ante la demanda peruana se ha tomado como una “política de Estado”, porque “no es la defensa de un Gobierno, es la defensa de todo un país, de lo que es su soberanía y sus derechos”.
Estas palabras alentaron el espíritu de más de la mitad de la población chilena que – según el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Víctor Andrés García Belaunde – no quiere acatar el fallo.
Es más, hace pocas semanas, el vicealmirante José Miguel Romero, dijo que las Fuerzas Armadas chilenas “se encuentran listas” para lo que el presidente Piñera requiera, cualquiera sea el resultado.
Al respecto, el internacionalista Fabián Vallas, recordó el reciente caso de Colombia que no aceptó la sentencia sobre el territorio en mar caribeño que mantiene con Nicaragua. “Chile podría buscar a Colombia para crear un frente y encontrar una solución favorable para ellos”, advirtió.
Sin embargo, para el jurista Enrique Bernales, esta alianza no es posible porque “se trata de situaciones distintas, Colombia lo que ha hecho es desconocer el fallo y sobre el desconocimiento trata de buscar acuerdos bilaterales, pero el esquema es distinto al nuestro”, dijo.
Entre tanto, según el ex ministro del Interior, Roberto Chiabra: “los más tensionados en Chile son las Fuerzas Armadas porque tienen que justificar la gran inversión que han hecho en armas. “Si ahora, que está en juego la soberanía, no las emplean, ¿para cuándo?”, cuestionó.
Finalmente, recordemos que las promesas de mantener las buenas relaciones con el Perú y acatar el fallo provinieron de Piñera, pero este domingo 15 se define en segunda vuelta quién afrontará la decisión de La Haya, y la nueva presidenta al parecer será Michelle Bachelet. ¿Aceptará comenzar de esta manera su segundo gobierno?
