Razones para desconfiar
Las declaraciones del Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Gálvez, lejos, muy lejos de inspirar confianza en su sector, espantan a cualquiera con dos dedos de frente.
Por ejemplo, ayer en una entrevista con Jaime de Althaus en CanalN, respondió a las críticas hechas por el integrante de Ciudadanos por el Cambio, Nicolás Lynch, respecto al daño ambiental que genera el proyecto que pretende llevarse a cabo en Arequipa.
«Mira yo estoy acostumbrado a preguntarle a mi empleada si me ha entendido las presentaciones que hago acá, espero que el señor Lynch lo entienda»
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=YLtvAQNMWjE]

Y en RPP dijo esto respecto a la contaminación por Tía María:
«Este es un tema político. Ese cuento de que la lluvia ácida, que el viento, polvo o agua es mentira”
Es momento de explicarle al men de las empresas mineras en el país que más del 85% de la provincia de Islay está concesionada a empresas extractivas, por lo que Tía María sería el primer paso para convertir al Valle de Tambo en un distrito minero.
¿Se lo explicamos con manzanitas?
Ahora recordemos lo que dijo en entrevista a Semana Económica , preguntado sobre las «restricciones sociales y ambientales en actividades en exploración», dice lo siguiente:
«Cada vez son peores. En el Perú, en particular, además de las expectativas generadas en las comunidades, tenemos la expectativa generada a los ilegales e informales, que pretenden que las empresas formales no puedan explorar y ni operar, para manejar ellos la operación. Simplemente veamos lo que pasó en Tambogrande (Piura): esa es una muestra de lo que se está pretendiendo y lo que se podría replicar. Si además ponemos la consulta previa –que todavía no se ha realizado en actividad minera– a comunidades que no tienen el perfil para ser consultadas, sino que CUALQUIERA QUE SE PONE UNA PLUMA YA TIENE DERECHO A SER CONSULTADO, LA COSA SERÁ AÚN MÁS DIFÍCIL».
¿Cualquiera que se pone una pluma? WTF!
Que alguien le avise que las comunidades potencialmente afectadas por proyectos extractivos como los que defiende, se matan luchando por ser reconocidas por el Estado.
Cerramos este post con una breve y acertada conclusión de Martín Tanaka:
Los mineros, antes que seguir un falso espíritu de cuerpo poniéndose detrás de la Southern, reclamando orden y espantándose ante las protestas, debieran presionar para que como gremio las relaciones comunitarias se tomen mucho más en serio. Algunas declaraciones del Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Gálvez, han sido lamentables.
Más que lamentables, indignantes.
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Autor: Pioja Ninja