El congresista candidato

Entre los cerca de 100 mil candidatos a un puesto en las próximas elecciones regionales y locales; hay uno que llama la atención: el parlamentario Marco Tulio Falconí Picardo.

El integrante de la bancada de Unión Regional ha logrado que el Jurado Nacional de Elecciones inscriba su candidatura al Gobierno Regional de Arequipa por el Movimiento “Fuerza Arequipeña”, que él mismo preside.

Ojo al Piojo - JNE - Falconí

Falconí Picardo – que también ha sido magistrado de la Corte Superior de Arequipa – logró obtener una medida cautelar de un juzgado arequipeño ordenándole al Jurado Nacional de Elecciones a inscribir su candidatura.

El actual presidente de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales recurrió al juzgado porque el Parlamento no contestó su carta de renuncia (presentada en abril) y el plazo para la inscripción vencía.

El problema radica en que, con su postulación, el abogado viola la Constitución, el Reglamento del Congreso y la Ley 26534 que expresamente indican que el cargo de parlamentario es “irrenunciable”. Es más, la ley dice que no pueden “postular ni aceptar cargos ni candidaturas”

Extraño precedente

Si bien Falconí no es el primero que quiere dejar el parlamento, parece ser que será el primero en lograrlo.

El 2008, el jurista aprista Javier Valle Riestra presentó su renuncia al Parlamento por no sentirse cómodo ahí.

También recurrió al Poder Judicial pero no le dieron la razón, apeló. En medio de la apelación recurrió al Tribunal Constitucional pero se desistió. El Poder Judicial seguía viendo el caso aunque Valle Riestra ya no era congresista:

“El 28 de julio de 2011 se produjo la sustracción de la materia. Al haber  concluido mi mandato, carece de sentido alguno el pronunciamiento judicial. No se ha entendido así y demencialmente siguen llegando notificaciones en un proceso cuya resolución final será totalmente inejecutable. Es increíble. Es antológico. Retrata lo que es el Poder Judicial: sigue tramitando una acción de amparo de la que me desistí e, ítem más, y sin razón de ser porque mi mandato está extinguido. No se trataba de que los magistrados no supieran de la situación, porque presenté varios escritos alertándolos y desistiéndome. Esto relata el caos jurisdiccional del Perú. ¿Quieren más pruebas? Destruyámoslo. Reconstruyámoslo.”

La razón se la dio el Poder Judicial recién a finales del 2013, casi al mismo tiempo que Teófilo Gamarra (de Gana Perú) presentaba un nuevo proyecto de ley para que el cargo sea renunciable.

Esa sentencia le habría dado impulso y ánimos a Falconí para ir hasta el final y lograr su sueño de ser Presidente Regional sin esperar a culminar su mandato y a un nuevo proceso electoral.

Un dato curioso es que, según lo que se sabe de la orden judicial, se estaría ordenando al Congreso que inhabilite (y vaque) a Falconí de su cargo; pero para hacerlo tendría que ser como sanción y eso lo inhabilitaría para ejercer un cargo público. Igual no podría ser presidente regional.

El mensaje que enviaría Falconí Picardo va aclarándose: “El Congreso vale tan poco que mejor me voy a otro cargo” ¿no creen?

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