#COVID19: El virus que nos obligó a resetearnos

“Nada volverá a ser como antes”, así lo advierten historiadores, sociólogos y hasta el presidente Martín Vizcarra, quien no solo asegura que habrá un antes y un después de la pandemia del coronavirus (COVID-19), sino que hace un llamado a que nos adecuemos a nuevas acciones y comportamientos.

Actualmente experimentamos cambios sociales, transformaciones laborales y nuestra dinámica familiar se ha visto alterada. Es probable que la tasa de natalidad aumente y los conflictos conyugales se intensifiquen.

Para José Ragas, Doctor en Historia por la Universidad de California, Davis, se trata del proceso colectivo más traumatizante desde la Segunda Guerra Mundial. Ni el fin de los imperios –por los cuales muy pocos deben haber derramado alguna lágrima-, ni la crisis de 1973, el ataque a las Torres Gemelas o la Gran Recesión de 2008 han generado un shock emocional tan duradero y extendido como la expansión de este virus.

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Para el historiador José Ragas, el impacto de la crisis por el Coronavirus supera el de la Segunda Guerra Mundial y las Torres Gemelas Foto: El Comercio

“Lo más espeluznante es que el COVID-19 ha destrozado lo que entendíamos por ‘normalidad’, la cual, con todas sus imperfecciones, era preferible a la sensación de angustia que se apodera de quienes no han sido infectados aún”, señala el historiador.“

Aún no hemos terminado de controlar del todo al virus, pero este ya nos ha cambiado para siempre, como individuos y como especie. Actividades que van desde saludarse hasta asistir a un partido de fútbol los domingos o hacer el amor van a cambiar desde ahora. De aquí a algunas décadas, quienes sobrevivamos, analizaremos cómo una pandemia expuso nuestras fracturas como sociedad, la manera en que nos negamos a colaborar en ‘aplanar’ la curva y nuestro pobre criterio al elegir a nuestros gobernantes en un momento clave”, reflexiona.   

Home office o teletrabajo: derribando el mito de la productividad presencial

Otra consecuencia de la pandemia se refleja en el aspecto laboral. En nuestro país, algunas empresas debutaron con la modalidad del home office, al igual que sus trabajadores, para quienes adaptarse a este sistema no es tan fácil. Según el estudio Digital Workplace Report, de NTT Ltd, “el 60% de las organizaciones a nivel mundial no tienen una estrategia formal para el espacio de trabajo digital”.

Por ejemplo, en el Congreso de la República, recién se solicitó la implementación célere de una plataforma tecnológica que permita a los parlamentarios votar de manera virtual.

Para el comunicador Juan Carlos Luján, es inaudito que el Congreso no haya previsto la comunicación a distancia Foto: Youtube

“Es inaudito que en pleno 2020, el Congreso no tenga un sistema de teleconferencia”, señala el docente y consultor en comunicación digital, Juan Carlos Luján.

“Esta situación de emergencia ha acelerado el uso de la tecnología en empresas e instituciones públicas que ni imaginaban que a través de Whatsapp es posible coordinar acciones y luego, mediante conferencias virtuales por Hangouts, se puede mostrar los resultados de lo trabajado durante el día. Hasta hace poco era impensable que exista el teletrabajo porque los jefes querían verte sentado en la oficina, tal vez como símbolo de productividad”, explica el especialista en comunicaciones.

“Hemos descubierto que hay ciertas actividades u oficios que sí pueden hacer trabajo a distancia sin necesidad de ocupar espacio, logística, usar combustible, contaminar el ambiente y, sobre todo, logrando optimizar los servicios y el trabajo en equipo”, concluye.

Sin duda, el coronavirus además de representar una terrible crisis, constituye una gran oportunidad para cambiar porque tal vez en un futuro cercano, tendremos que superar otro problema aun mayor como el de la “guerra por el agua”. Entonces, es necesario replantearnos muchas cosas, como un rediseño de nuestras instituciones, de la normativa y al mismo tiempo del modelo de desarrollo económico.

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